Achicoria, todo lo que nos aporta
Resumen de Contenido:
Achicoria ¿qué es?
La planta de la achicoria pertenece al grupo de las asteráceas. Puede llegar a medir más de 90 centímetros, desarrolla unas raíces largas y gruesas para poder encontrar agua, es una planta comestible de la que vamos a hablar a continuación.
Sus hojas, de color verde intenso, presentan dientes y tienen una textura carnosa. Su sabor es amargo, lo que en la antigüedad supuso un problema para su consumo, ya que se asociaban los sabores amargos a los productos venenosos. Actualmente, y cada vez más se están incorporando alimentos a nuestra dieta, con sabores distintos, ya que combinándolos con otros sabores logramos contrastes que nos gustan.
Es conocida como escarola también, aunque hay diferentes tipos. La achicoria es de origen silvestre, se daba en las tierras de cultivo en barbecho o en prados, cerca de los caminos, etc.
¿Para qué sirve la achicoria?
Tradicionalmente, la achicoria se usaba como planta medicinal, para remediar enfermedades hepáticas. Los egipcios pensaban que purificaba el cuerpo de toxinas, y no se equivocaban, además también se utilizaba para tratar el estreñimiento.
Se empezaron a conocer sus propiedades como posible sustitutivo del café en el siglo XVIII, y hoy en día, su principal uso es este, por lo que podemos encontrar achicoria en polvo. Las infusiones se preparan a partir de sus raíces tostadas, donde se encuentran las sustancias activas. De esta forma ayuda a mantener el estado de vigilia. Pero este no es su único uso ya que la achicoria también se emplea como alimento. Ya que contiene propiedades nutricionales interesantes. Las hojas se emplean para elaborar caldos y ensaladas.
¿Adelgaza la achicoria?
Es muy útil emplearla en dietas de adelgazamiento, ya que la achicoria nos aporta muy pocas calorías. Blanqueada, es decir sin las hojas verdes, nos aporta tan sólo 17 calorías cada 100 gramos, y con las hojas verdes 23 calorías cada 100 gramos. Un alimento pobre en calorías con muchos beneficios para nuestra salud digestiva. Una forma de tomarla es en infusiones. La receta para elaborar una infusión es muy sencilla. Simplemente hay que poner agua a hervir y añadir un puñado de achicoria, no sólo las hojas verdes, sino también las raíces que es donde se concentra la mayor parte de propiedades de dicha planta. Además, las hojas tienen un sabor más amargo por lo que la infusión deberemos edulcorarla con stevia.
La achicoria como alimento de nuestra dieta
Es conocida como la escarola silvestre, ya que crece de forma natural, sin ser cultivada. Aunque actualmente se cultiva, dada su alta demanda ya que la población ha empezado a incluirla en su alimentación. La achicoria es muy fácil de consumir y a continuación te vamos a dar unos consejos de cómo incluirla en nuestra dieta para que nos resulte apetecible y gustosa.
Podemos encontrar en el mercado, bolsitas de lechugas mezclum que contienen achicoria, generalmente la variedad que contienen estas bolsas son la achichoria roja, por su sabor menos amargo. Por lo que su consumo no es difícil. Además, la podemos recolectar, ya que crece de forma silvestre en muchos lugares, como parques etc.
Para la achicoria silvestre, hay diferentes trucos para consumirla y que nos resulte más apetitosa. En primer lugar, debemos consumir los brotes más tiernos, es decir las hojas en su primer estado. Ésta nos resultará menos amarga y con una textura carnosa.
Por otro lado, si tapamos la planta de la exposición solar unos 10 días antes de recolectarla, lograremos blanquear sus hojas que generalmente son de un verde oscuro muy característico, aunque le restaremos aporte en minerales. Generalmente, nos interesan más los brotes tiernos, ya que nos aportan frescura y todas las propiedades a las que hacemos referencia en el apartado siguiente.
A la hora de consumirla, la achicoria la podemos consumir en ensaladas o la parte de las raíces cocida como un cardo común, al estilo de acelgas o espinacas. Salteadas o en tortilla, hervidas o en combinación con legumbres y otros guisos. O como ya hemos comentado, como sustituto del café en infusiones o bebidas de cereales que también la contienen.
Por último, debemos recalcar que la cantidad de vitaminas y minerales se ve muy afectada si la consumimos blanqueada, es decir, la achicoria verde o rojiza posee mayor cantidad de vitaminas y minerales. Como contrapartida la achicoria blanqueada es menos amarga. Por ello, podemos optar por combinarlas, y así sacar un mayor partido.
¿Cuáles son sus beneficios?
La achicoria, con un 94% de agua es un ingrediente muy interesante en dietas, tanto de adelgazamiento como en dietas de mantenimiento o para mejorar nuestra salud general. Nos proporciona gran cantidad de nutrientes y minerales. Su alto contenido en potasio y su bajo contenido en sodio junto con su aporte de calcio le brindan un alto poder diurético, ideal para la prevención de la retención de líquidos. Por este motivo, se recomienda este tipo de alimentos para enfermedades como la hipertensión, artritis, gota (ácido úrico alto) ya que estimula la producción de orina y la eliminación de toxinas de forma más rápida; lo que mejora los síntomas de dichas enfermedades.
Tiene múltiples propiedades antioxidantes, dado que es rica en vitamina A en forma de betacarotenos, para aprovecharnos de esta propiedad, deberemos escoger achicoria verde o rojiza, ya que la blanqueada posee menos concentración de vitaminas. Además de la vitamina A, la achicoria posee diversos agentes antioxidantes, como flavonoides y riboflavina que nos ayudan también en la lucha contra los radicales libres, propulsores del envejecimiento celular.
La achicoria ayuda a mineralizar y vitaminar el organismo, es decir, lo recarga de vitaminas y minerales. Es un alimento ideal en la dieta de las embarazadas porque mantiene las vitaminas en unos niveles óptimos, además aporta ácido fólico que resulta imprescindible en el embarazo para un desarrollo fetal correcto.
La achicoria es rica en fibra soluble, lo que le confiere propiedades digestivas como el mantenimiento del tracto intestinal en un estado de salud correcto, además previene las flatulencias o gases, además ayuda a combatir el estreñimiento porque favorece la expulsión de las heces.
- La planta es rica en diferentes vitaminas, principalmente vitamina C y del grupo B. Esto le confiere a la achicoria, propiedades antioxidantes frente a los radicales libres.
- Es un potente laxante, ya que ayuda a la depuración de los intestinos y favorece el proceso digestivo y los movimientos intestinales que nos ayudan a hacer más rápida la defecación.
- Es rica también en unas moléculas llamadas taninos que son desinfectantes y astringentes, por lo que ayudan en la depuración del intestino.
- Favorece la eliminación de líquidos y toxinas.
- Es un fiel aliado para los diabéticos y personas con colesterol. Ya que mantiene los niveles de glucosa y colesterol en sangre en unos niveles óptimos.
- Es muy útil para combatir el acné ya que tiene propiedades desinfectantes y antioxidantes.
- Contribuye en la retención y absorción de los minerales como el calcio o el hierro.
- Ayuda a las personas con problemas de somnolencia, favoreciendo y aumentando la duración de los períodos de vigilia. Además se cree que mejora la salud del sistema nervioso, pero aún no existe base científica que lo confirme.
¿Tiene contraindicaciones?
Lo ideal es que consultes a tu médico sobre las posibles contraindicaciones de consumir achicoria. De modo general, no es conveniente su consumo si:
- Padeces cólicos en el riñón, debido a que su concentración en oxalatos es alta.
- Tienes problemas para conciliar el sueño.
- Sufres hipotensión o anemia.
- Tienes alguna úlcera en el estómago o intestino.
La achicoria presenta numerosos beneficios para nuestra salud y bienestar, como sustituta del café, pero también a nivel alimenticio. Es muy rica en vitaminas y favorece la retención de minerales. Es muy versátil ya que la podemos preparar en crudo o cocida, en caldos, ensaladas o infusiones.
Achicoria roja , ¿en qué se diferencian?
Existe otra variedad conocida como Radicchio (Cichorium intybus, es su nombre científico), ésta es más parecida a una col o a una endivia pero tiene multitud de propiedades debido a su alto contenido en antocianinas. Tiene propiedades que estimulan el metabolismo consiguiendo unas mejores digestiones.
Además ayuda a asimilar correctamente vitaminas liposolubles como la A, E, D y K. Además nos aporta gran cantidad de antioxidantes, vitamina A y C, y flavonoides. Como nutrientes nos interesa también la alta cantidad de fibra que nos aporta y su alto nivel de hidratación que nos ofrece al organismo, ya que un 94% de su contenido es agua. También nos aporta magnesio, potasio y calcio, interesante para los huesos, además su bajo aporte de sodio favorece la eliminación de líquidos olvidándonos así de la retención de líquidos.
Puedes ver que tienen similares propiedades, pero ambas son diferentes entre sí, tanto nutricionalmente hablando como en sus características culinarias. Existen dos variedades la Treviso, parecida a una endivia y la Verona, más compacta y parecida a la col. Su sabor es amargo y con un cierto toque picante, pero se rebaja bastante al cocinarla.
Pruébala y consúmela como más te guste, la que más te guste.
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